Seguidores

jueves, 4 de abril de 2013

XXIII.

Me enamoré, pero no solo de él, también de esos besos que me daba cuando menos lo esperaba, de esas caricias que siempre me hacía y yo sentía escalofríos, de su forma de ser y enamorar a cualquier chica, de esa sonrisa tan increíble que hacía que hasta el sol se avergonzará de no poder superar ese resplandor, de sus suaves manos que siempre cogían las mías mientras paseábamos a la luz de la luna. Me enamoré de ese chico que no tenía miedo a nada y menos a expresar sus sentimientos, de ese chico tierno y a la vez fuerte, de ese chico en cualquier momento podía sorprenderte inesperadamente, de ese chico que por primera vez me llamó princesa. Me enamoré de esa perfección que mágicamente llevaba en sus venas y que nunca reconocía, de esa increíble capacidad que tenía para hacerme sonreir cuando incluso el mundo se me venía encima. Me enamoré de él, el chico que me juró amor eterno, del chico que cumple sus promesas.
Tumblr_mkc1a44sv41s3jqlyo1_500_large

No hay comentarios:

Publicar un comentario